El matrimonio cristiano
Tiene sus bases en el pensamiento de Dios. Dios que es Amor y vive en sí mismo un misterio de comunión personal de amor, ha creado al hombre, varón y mujer, a su imagen y semejanza, es decir, con la dignidad de persona, y por tanto como un ser capaz de amar y ser amado.
Más aún, lo ha creado por amor y lo llama al amor, no a la soledad. Ésta es la vocación fundamental del amor, que es innata de todo ser humano. Así pues, la dignidad personal del varón y de la mujer, encuentran una básica y fundamental concreción en el matrimonio. A semejanza del amor divino, se vuelca en dar vida a otros y en cuidar del mundo, ámbito de la existencia humana; varón y mujer dan vida a los hijos. Unidos con ellos en la familia, con amor les procuran amparo y seguridad, y los educan. Varón y mujer deben mantenerse en fidelidad por su propio amor y por amor a los hijos. Dios protege el matrimonio. El matrimonio no debe romperse ni separarse.
Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre (Mt 19,6). El matrimonio cristiano, no sólo llama a cada uno a la santidad personal, sino que también llama inseparablemente a contribuir con la misión de la Iglesia, es decir, al apostolado. La Iglesia ha recibido del Señor la misión de anunciar y establecer en todos los pueblos el Reino de Dios (Lc 9,1-4). Este encargo no es exclusivamente para unos cuantos, sino para todos los bautizados, por ser todos miembros del pueblo santo de Dios, y responsables de la misión eclesial.
En este marco, la vocación apostólica de los esposos cristianos se específica por el sacramento del matrimonio y se desarrolla precisamente a través de la vida matrimonial y familiar, de manera particular, impregnando de espíritu la vida conyugal y procurando la educación cristiana de los hijos
El matrimonio es el rito católico más importante pues involucra creencias y una manera de formalizar e compromiso de una pareja ante Dios. La alianza matrimonia, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenando por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de los hijos, fue elevada por Cristo el Señor a la dignidad de Sacramento entre bautizados.
"Por e Sacramento del Matrimonio, Dios llama a los esposos cristianos a participar y manifestar e misterio de unión y amor fecundo de Cristo y su iglesia , la decisión libre y espontánea de los esposos cristianos es respuesta en a Fe a esta llamada de Dios.
Liturgia al Matrimonio.
Recibimiento o Acogida. Los
esposos y los padrinos entran en la iglesia y se colocan de pie ante los
asientos preparados para ellos en un lugar visible. Entonces el Sacerdote,
saluda a los esposos y a la comunidad haciéndoles saber que la Iglesia
comparte su alegría.
Liturgia. De la palabra
con la escucha de lecturas de la Palabra de Dios, se expresa entonces la
importancia del matrimonio cristiano.
Celebración del Sacramento. Tras
un escrutinio en el que los esposos manifiestan su libertad, la decisión a
amarse siempre y su disposición a recibir los hijos, tiene lugar el Consentimiento; las palabras por
las que los esposos se unen en Alianza por el Sacramento del Matrimonio.
Posteriormente se entregan los anillos como signo de fidelidad y si es
costumbre puede realizarse el rito de la entrega de las arras como signo de los
bienes que van a compartir.
La Plegaria. De oración
por los esposos en ella el Sacerdote invoca la bendición de Dios sobre la
Alianza Matrimonial.
La Celebración. Del
Sacramento de la Eucaristía, pone de relieve la significación del matrimonio
cristiano.
Despedida.
La celebración del Rito en sí, debe ser preparada por los dos contrayentes y el sacerdote que presidirá la celebración.
Pequeño video para mejor explicación.
Que bueno saber acerca de este tema, ya que es importante que todos sepan que un matrimonio no es solo un juego.
ResponderEliminarEs algo serio. Que solo podemos hacer una vez, de forma a como lo manda Dios.
ResponderEliminarEs un vinculo importante.
ResponderEliminarCon la persona correcta y la obra de Dios sí amigo.
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