La verdad y significado de la sexualidad
Entre las múltiples dificultades que los padres de familia encuentran hoy, aun teniendo en cuenta los diversos contextos culturales, se encuentra ciertamente la de ofrecer a los hijos una adecuada preparación para la vida adulta, en particular respecto a educación sobre el verdadero significado de la sexualidad. Las razones de esta dificultad, por otra parte no del todo nueva, son diversas.
En el pasado, aun en el caso de que la familia no ofreciera una explícita educación sexual, la cultura general, impregnada por el respeto de los valores fundamentales, servía objetivamente para protegerlos y conservarlos. La desaparición de los modelos tradicionales en gran parte de la sociedad, sea en los países desarrollados que en vías de desarrollo, ha dejado a los hijos faltos de indicaciones unívocas y positivas, mientras los padres se han descubierto sin la preparación para darles las respuestas adecuadas. Este contexto se ha agravado por un obscurecimiento de la verdad sobre el hombre al que asistimos y que conlleva, además, una presión hacia la banalización del sexo.
Domina una cultura en la que la sociedad y ofrecen a menudo, una información despersonalizada, lúdica, con frecuencia pesimista y sin respeto para las diversas etapas de la formación y evolución de los adolescentes y de los jóvenes, bajo el influjo de un desviado concepto individualista de la libertad y de un contexto desprovisto de los valores fundamentales sobre la vida, sobre el amor y sobre la familia.
Dimensión Unitiva.
Viene designado muchas veces en la encíclica con diversos términos: unidad, amor mutuo, don del amor conyugal, etcétera. Se trata de un dato de hecho: el acto conyugal une a los cónyuges íntimamente entre sí. Es una unión entre dos personas, es decir, unión de cuerpos, de psicologías y de almas. Son dos en una sola carne.
Es la facultad de procrear o de transmitir la vida. Es propio del acto en su nivel biológico. Consiste en poner las condiciones para la procreación (fecundación). Sólo a veces el acto es de hecho procreador. El acto conyugal confiere a los esposos una capacidad procreativa no-absoluta, sino tal como la determinan las leyes biológicas en ese hombre y esa mujer en el momento concreto en que realizan el acto conyugal. Así podrá tratarse de:
- una capacidad efectiva y actual, si están presentes todos los elementos requeridos para una fecundación;
Se agradece tu comentario.😉
Interesante conocer mas acerca de este tema, muy buena manera de exponerlo👍🏻
ResponderEliminarTema delicado, pero del cual debemos saber no crees.
ResponderEliminarGracias por hablar del tema.
ResponderEliminarTema delicado, pero bueno de aprender más😊
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